Lanzarote

Teníamos ganas de ver Lanzarote desde hacía mucho tiempo y después de un retraso  de nuestro vuelo de casi diez horas, con la correspondiente reclamación, conseguimos llegar a nuestro destino. Para nosotros es la Isla más bonita de las Islas Canarias, pero ya se sabe ¡para gustos...!

Ideal para hacer noche es la zona de Playa Blanca, por bonita, por ambiente y por cercanía con algunos de los lugares emblemáticos para recorrer, aunque cualquier lugar es bueno para hospedarse ya que las distancias en la isla son cortas. Nuestro recorrido comienza en el Sur de la Isla para dirigirnos a una de las playas más famosas: la del Papagayo, sólo accesible por pista y demasiado concurrida en los meses de verano. Volviendo de nuevo hasta Playa Blanca hay que acercarse a la Montaña Roja, una preciosa playa de arena negra casi olvidada y dónde se forma un pequeño lago entre la montaña y el mar que vale la pena visitar.

Seguimos por la LZ-702 hacia la Geria: un paisaje volcánico en el que han aprovechado a plantar abundantes vides, con un contraste fantástico entre el verde y el negro, y estupendas bodegas para catar un vino.

Regresamos por la LZ-2 hacia Yaiza para llegar en 17km a los Hervideros, unos acantilados dónde el mar golpea contra las rocas, se cuela por algunas cuevas y salta embravecido salpicando de espuma a algún turista, es un bonito paraje, ¡por cierto gratuito!. 
Continuamos por la LZ-703 hasta el precioso pueblo del Golfo: un enclave para llegar al atardecer, os sorprenderá cuánta gente recorre este hermoso paraje antes de la puesta de sol, buscar la señalización del Charco de los Clicos, más conocido por el lago verde, color que sólo adquiere al caer la tarde y si está algo nublado mucho mejor. ¡Os dejamos disfrutar esta estupenda panorámica!. Una extraordinaria puesta de sol en este singular paisaje. Y ya para rematar el día de hoy una cena en el pueblito blanco del Golfo con vistas al mar.

Nuestro segundo día, cómo no, estábamos a primera hora en las Montañas del Fuego de Timanfaya, a partir de las nueve de la mañana y sobre diez euros, se puede visitar este desolado paisaje lleno de volcanes, sorprende cuando te cuenta el guía que el parque lo forman unos veinticinco. Es increíble el recorrido en autobús por estrechas carreteras, quizás por ello no es posible realizar la excursión por tu cuenta. Un sinfín de colores rojos, ocres, negros, naranjas... ¡realmente para enamorarse! y para colofón una demostración en un géiser.

Por la tarde temprano aprovechamos a realizar una ruta a pie por el volcán de la Caldera Blanca, un camino pedregoso de 9km ida y vuelta y rodeado de restos de lava negra. Las plantas de los pies es como si tocaran directamente con piedra pómez, así que os aconsejamos llevar bota de montaña o suela gorda. Es alucinante el paisaje y ver el pequeño volcán de la Caldereta, desde aquí a la izquierda un camino que va ganando altura nos dejará en la cima para ver la inmensidad del cráter de la Caldera. 

Al tercer día vamos por la LZ-1 al Norte para disfrutar del Mirador del río con unas espectaculares vistas hacia la Graciosa. Si os sobra tiempo también podéis coger un ferry por 20€, a una isla de ensueño llena de playas paradisíacas y navegar por ella en bicicleta, vehículo permitido en la isla sin coches y sin carreteras asfaltadas.
Nos  paramos en los famosos Jameos del Agua, un lugar muy turístico, un espacio natural y el encanto de encontrarse en las entrañas de un tubo volcánico. Hay dos bares en los huecos de las rocas dónde puedes tomar algo escuchando el rumor del agua. Los rayos de sol entran por el hueco de la cueva y se reflejan en las aguas cristalinas dando lugar a un singular tono azulado. Muy cerca de aquí está la Cueva de los Verdes, otro santuario natural de origen volcánico, entrar y descubrid su secreto. Sólo un consejo: si vais a descubrir todos estos lugares, buscad el paquete de entradas combinadas (Jameos, Cueva, Timanfaya y Mirador) que sale bastante más barato.

Regresamos haciendo escala en Punta Mujeres, en el bonito casco histórico de Teguise y finalmente de nuevo hacia el Parque Natural de los Volcanes, para no perdernos el paseo en camello por las rojizas montañas.

Y si podéis esperar a que la caravana de camellos descienda hacia el pueblo de Yaiza, os lo recomendamos.